NOTICIAS

¿Qué hay detrás de los Productos Milagro?

En el mercado, pese a lo que diga la publicidad, no existen productos milagrosos que curen sobrepeso u obesidad. Enumera Profeco los seis engaños en las promesas que ofrecen este tipo de productos

 

Redacción ELUNIVERSAL.com.mx

El Universal

 

Lunes 09 de abril de 2007

 

Al parecer, los seres humanos somos ingenuos por naturaleza: creemos en los extraterrestres, en los adivinos... y en que sin dietas ni ejercicio, en unos cuantos días y como por acto de magia, podemos tener un cuerpo escultural.

 

La verdad, llana y simple, es que somos lo que comemos y no hay solución mágica para contrarrestar esos malos hábitos alimenticios y la falta de actividad física que, según datos de la Secretaría de Salud, han provocado que 26% de la población mexicana padezca obesidad y 52% (cerca de 54 millones de mexicanos), sobrepeso.

 

Estas cifras reflejan, sin duda, un serio problema de salud publica, ya que la obesidad se asocia con enfermedades que constituyen las primeras causas de mortalidad en México, como las enfermedades del corazón y la diabetes mellitus.

 

Si estás dispuesto a bajar de peso para gozar de una buena salud y sentirte mejor con tu apariencia, te felicitamos; pero tenemos que advertirte que hasta el momento no existe ningún producto “milagroso” que logre “curar” el sobrepeso y la obesidad. Y el que diga lo contrario está violando tu derecho a la información.

 

¿Funcionan? ¿Hacen daño?

A decir de la Cofepris, órgano de la Secretaría de Salud encargado de las funciones de regulación, verificación y fomento sanitario para proteger la salud de la población de nuestro país, todos los productos milagro están elaborados principalmente con plantas o sustancias de origen natural o sintético, o a base de diversos nutrientes que no son tóxicos.

 

Pero no te confundas, que sus componentes no sean nocivos para la salud no quiere decir que sean efectivos. De hecho, como resultado de un análisis que realizó Cofepris en 2004 a 95 productos milagro para bajar de peso y combatir otros padecimientos, casi la mitad fueron retirados del mercado porque simple y sencillamente no funcionaban.

 

Además, en ese mismo estudio Cofepris señaló que la publicidad de estos productos sí representa un grave riesgo sanitario. ¿Por qué? Pues porque las falsas promesas de los comerciales y anuncios de productos milagro exageran sus supuestas “cualidades” y son desorientadores, lo que puede provocar que las personas abandonen algún tratamiento médico, “enmascaren” el diagnóstico de alguna enfermedad o decidan no asistir a un especialista por preferir consumir estos productos.

 

Motivo suficiente para pensársela dos veces antes de sucumbir a sus engaños, ¿no crees?

La publicidad

 

Como consumidor, uno de tus derechos es recibir información clara, veraz y que no induzca al error acerca de los productos que se ofrecen en el mercado, para que puedas decidir sabiendo qué es lo que estás comprando y si es realmente lo que buscas.

 

La publicidad de los productos milagro suele violentar este derecho. En los monitoreos realizados por Profeco se han detectado las prácticas engañosas o que inducen al error más utilizadas en estos comerciales y anuncios. ¿Te son familiares?

 

•  Testimonios de celebridades o “usuarios”.

•  Empleo engañoso del término “aliviar” como sinónimo de “curar” (cuando se alivia, se mitigan o disminuyen los síntomas de una enfermedad; cuando se cura se elimina la causa de ésta).

•  Aparición de fedatarios públicos y recomendaciones de agrupaciones, asociaciones, colegios o autoridades, que muchas veces ni siquiera existen.

•  Efectos extraordinarios sin ningún esfuerzo ni modificación de hábitos.

•  Ofrecimiento del mismo resultado para todo tipo de personas.

•  Información insuficiente.

•  Leyendas y permisos ilegibles.

 

Por lo anterior, antes de levantar el teléfono o sacar la cartera para comprar un producto milagro para adelgazar, revisa si te hace falta alguna de estas promesas, o los testimonios de los “usuarios” incluyen frases que alaban el producto.

 

Si es así, no lo compres, pues seguro es un engaño, los buenos productos no necesitan ofrecer imposibles para convencernos.

 

Es más, si ya estás dispuesto a destinar una cantidad de dinero para bajar de peso, mejor inviértelo en la consulta con un especialista que te dé un diagnóstico acertado y un método eficaz para lograr su meta, pero sobre todo, que no pondrá en riesgo tu salud.

 

Los “ganchos” (y engaños)

La regla general al observar la publicidad de un producto milagro es muy sencilla: si suena demasiado bueno para ser verdad, es porque seguramente no lo es.

Esto es lo que hay detrás de las principales promesas falsas de los productos para bajar de peso. Cualquier parecido con la realidad, no es mera coincidencia.

 

•  Engaño Uno

 

La verdad es que... la pérdida significativa y saludable de peso es la suma de varios factores, que implican asesoría de un profesional, cambios importantes y paulatinos en los hábitos alimenticios y aumento de la actividad física.

 

Quien te prometa que sólo con tomar una pastilla, beber un licuado, untarse una crema o bañarse con un jabón bajarás kilos y kilos, te está engañando.

De hecho, la Norma Oficial Mexicana en la materia sugiere la pérdida de un kilo por semana como límite para una pérdida de peso segura.

 

Así que, suponiendo que algún producto pudiera provocar la disminución de una gran cantidad de kilos en poco tiempo, ese ¡milagrito! implicaría cambios bioquímicos importantes en tu cuerpo, por lo que sería necesario que el tratamiento se siguiera bajo supervisión médica.

 

•  Engaño Dos

 

La verdad es que... si no disminuyes tu consumo calórico y aumentas tu actividad física, no habrá forma de deshacerse de esos kilitos de más de forma definitiva.

Muchos productos milagro promueven “sistemas” de pérdida de peso que eliminan la ingesta de determinados alimentos -como los carbohidratos- a cambio de comer una cantidad ilimitada de otros, por ejemplo, grasas y proteínas.

 

Ten mucho cuidado con estas “dietas”, pues para funcionar adecuadamente nuestro cuerpo necesita un suministro suficiente y balanceado de los nutrientes que aporta cada uno de los grupos alimenticios.

 

La eliminación de alguno de ellos en nuestra dieta a cambio de la ingesta excesiva de otro puede tener consecuencias graves en la salud.

 

La recomendación es visitar a un especialista, quien podrá decirte cuanta grasa debes perder en función de tu masa corporal (si tu masa muscular es alta, tal vez no necesites bajar tantos kilos) y prescribirte un plan alimenticio con el balance necesario de nutrientes y la cantidad de calorías que necesitas dependiendo de tu estado de salud y la actividad física que realizas, el cual te permitirá bajar de peso sin riesgos ni malestares.

 

•  Engaño Tres

 

La verdad es que... no existe ninguna sustancia que pueda bloquear la absorción de grandes cantidades de grasa en el organismo como para ocasionar una pérdida de peso significativa.

 

Si bien la industria farmacéutica ha desarrollado componentes que ayudan al paciente a disminuir la absorción de la grasa ingerida en los alimentos, estos medicamentos de ninguna manera sugieren ser una solución única y definitiva al problema de sobrepeso (como lo afirman los productos milagro), al contrario, especifican muy claramente en sus empaques que sólo son un auxiliar en el tratamiento de la obesidad, y que deben emplearse bajo supervisión médica y siguiendo un plan de dieta y ejercicio.

 

•  Engaño Cuatro

 

La verdad es que... si te sometes a un régimen alimenticio y bajas de peso, pero una vez alcanzada tu meta no modificas los hábitos que te hicieron engordar, no tardarás mucho en recuperar el peso perdido, y hasta más.

 

Alcanzar el peso ideal no es lo más difícil en la lucha contra la obesidad, sino tener la disciplina y la fuerza de voluntad para cambiar nuestro estilo de vida y hacer de la sana alimentación y el ejercicio parte de nuestra rutina.

 

Cualquier producto que te ofrezca bajar de peso y mantenerte esbelto sin aprender a comer balanceadamente y hacer ejercicio regularmente, miente: la solución al sobrepeso y la obesidad está en corregir los malos hábitos, no en una pastilla.

 

•  Engaño Cinco

La verdad es que... ¿cuáles expertos?, ¿de qué universidad? Con estas afirmaciones acompañadas de las imágenes de supuestos médicos o representantes de “asociaciones”, los anunciantes pretenden darle credibilidad a su producto y, de cierta manera, implican que tiene un respaldo científico o son un medicamento.

 

Esto es un engaño. La diferencia entre un producto milagro y un medicamento radica en que estos requieren de un proceso muy largo y complejo -que tarda más o menos 10 años para obtener la evidencia científica de que el producto funciona y es seguro, antes de someterlo a la autorización de la Secretaría de Salud para poder comercializarlo.

 

Por el contrario, el registro que obtienen los productos milagro ante la autoridad sanitaria es distinto, pues se registran como suplementos alimenticios o artículos cosméticos, por lo que no tienen que someterse a la dura legislación y vigilancia a la que se ciñen los medicamentos... y por supuesto no cuentan con el respaldo de ninguna investigación científica que avale su efectividad o dé seguimiento a los efectos secundarios y contraindicaciones que pudieran tener.

 

¿Por qué crees que aparecen y desaparecen tan fácilmente marcas y marcas de productos que prometen ser la panacea en la pérdida de peso?

 

•  Engaño Seis

 

La verdad es que... ninguna crema, parche, gel, jabón o extraño artilugio es capaz de hacerte perder centímetros de forma definitiva: la formación y la eliminación de grasa en el organismo dependen de procesos metabólicos, no de factores externos.

 

Muchos de los productos milagro que prometen reducir centímetros aplicando sustancias en la piel, utilizan el testimonio de fedatarios públicos para “validar” sus resultados.

 

No caigas en esta trampa. El fedatario sólo constata que la cintura de la modelo media 65 cm antes de aplicar el producto y después 62 cm, pero esto no significa que avale la efectividad del producto, él únicamente da fe de los hechos, más no de los motivos que los ocasionan, ya que para ello se requiere una comprobación científica o técnica especializada.

 

Con información de Profeco

Fuente: http://www.eluniversal.com.mx/tudinero/2033.html

 

Copyright © 2013 Farmacia San Diego

Aviso de privacidad

Aviso legal

Quienes somos